Mitología Griega:
La Mitología griega son creencias y observancias rituales de los antiguos griegos, cuya civilización se fue configurando hacia el año 2000 a.C. Consiste principalmente en un cuerpo de diversas historias y leyendas sobre una gran variedad de dioses. La mitología griega se desarrolló plenamente alrededor del año 700 a.C. Por esa fecha aparecieron tres colecciones clásicas de mitos: la Teogonía del poeta Hesíodo y la Iliada y la Odisea del poeta Homero.
La mitología griega tiene varios rasgos distintivos. Los dioses griegos se parecen exteriormente a los seres humanos y revelan también sentimientos humanos. A diferencia de otras religiones antiguas como el hinduismo o el judaísmo, la mitología griega no incluye revelaciones especiales o enseñanzas espirituales. Prácticas y creencias también varían ampliamente, sin una estructura formal — como una institución religiosa de gobierno — ni un código escrito, como un libro sagrado.
Principales dioses Griegos.
Los griegos creían que los dioses habían elegido el monte Olimpo, en una región de Grecia llamada Tesalia, como su residencia. En el Olimpo, los dioses formaban una sociedad organizada en términos de autoridad y poderes, se movían con total libertad y formaban tres grupos que controlaban sendos poderes: el cielo o firmamento, el mar y la tierra.
Los doce dioses principales, habitualmente llamados Olímpicos, eran Zeus, Hera, Hefesto, Atenea, Apolo, Artemisa, Ares, Afrodita, Hestia, Hermes, Deméter y Poseidón.
Afrodita.
Afrodita, en la mitología griega, diosa del amor y la belleza. La diosa del amor griega, a quien se conoce en la Mitología latina con el nombre de Venus. Casi todas las culturas antiguas encontraron una personificación para el Amor y la Belleza. En la Iliada de Homero aparece como la hija de Zeus y Dione y otras leyendas posteriores la identifican como hija de Urano, nacida luego de que Crono cercenara sus órganos sexuales y los arrojara al mar.
La diosa que se dio a conocer emergiendo a través dé las olas del mar, era tan hermosa que todos los habitantes del mar se reunieron para admirarla. Cuando, la diosa vio la luz del sol por primera vez, montada en un carro hecho con una concha de mar, todos los seres comenzaron a disfrutar de la belleza, la alegría y el amor con verdadera plenitud. Afrodita fue conducida desde el mar por los Céfiros primero hasta la costa de Citera, y luego a la isla de Chipre. Allí bajó del carro completamente desnuda, se escurrió su larga cabellera y el agua al caer sobre la arena se transformó en bellísimos caracoles. En Cnosos se levantó un santuario en su honor y el piso estaba completamente recubierto de corales, piedras preciosas y conchas marinas.
Heracles (Hércules).
Hijo de Zeus y de Alcmena, esposa de Anfitrión, fue concebido en una triple noche, sin que por ello se alterase el orden de los tiempos, ya que las noches siguientes fueron mas cortas.
Se dice que el día de su nacimiento resonó el trueno en Tebas con furioso estrépito, y otros muchos presagios anunciaron la gloria del hijo del dueño y señor del Olimpo. Alcmena dio a luz dos mellizos, Hércules e Ificles. Anfitrión deseando saber cuál de los dos era su hijo, envió dos serpientes que se aproximaron a la cuna de los mellizos. El terror se apoderó de Ificles, quien quiso huir, pero Hércules despedazó a las serpientes y mostró ya entonces, que era digno hijo de Zeus.
Por otro lado, Hera, movida por los celos, resolvió eliminar al recién nacido enviando contra él a dos terribles dragones para que le despedazasen. El niño, sin el menor espanto, los trituró e hizo pedazos.
Palas logró que se apaciguara la cólera de Hera hasta el extremo de que la reina de los dioses consintió en darle de mamar de su pecho al hijo de Almena. Se cuenta que Hércules, abandonando el pecho, dejó caer algunas gotas de leche que se derramaron sobre el cielo, formándose de esta singular manera la vía láctea o camino de Santiago.
Los maestros más hábiles se encargaron de la educación de Hércules, Autólico le enseñó la lucha y la conducción de carros; Eurito, rey de Elia, el manejo del arco: Eumolpo, el canto; Cástor y Pólux, la gimnasia; Elio, le enseñaba a tocar la lira y el centauro Quirón, la astronomía y medicina.
Su desarrollo físico fue extraordinario y su fuerza portentosa. Hércules era un gran bebedor, y su jarro era tan enorme que se necesitaba la fuerza de dos hombres para levantar lo.
Poseidón.
Poseidón, en la mitología griega, dios del mar, hijo del titán Cronos y la titánide Rea, y hermano de Zeus y Hades. Corno Poseidón necesitaba una esposa para compartir el reino de los mares, se fijó primero en la Nereida Tetis y la cortejó con gran caballerosidad, colmándola de regalos preciosos. Pero Temis advirtió al dios que debía tener cuidado, porque la descendencia que tuviera con Tetis llegaría a ser más importante que el mismo Poseidón. Esto hizo desistir inmediatamente al dios de su idea de matrimonio con Tetis y comenzó a poner su atención en otra nereida llamada Anfitrite (cuyo nombre significa “la que fluye alrededor”).
Sin embargo, ocurrió esta vez que la nereida rechazó abruptamente los requerimientos del dios y cuando comprobó que Poseidón no dejaría de cortejarla tan fácilmente, Anfitrite se escapó hacia el monte Atlas. Pero al fin y al cabo Poseidón era un dios y luego del reparto de los reinos con sus hermanos, había aprendido que debía pelear por aquello que deseaba, entonces envió unos mensajeros para que trajeran a la nereida de regreso, donde se destacó la Delfina, al lograr el matrimonio con Poseidón. Como agradecimiento la Delfina se transformó en la constelación Delfín.
Su figura es muy parecida a la de su hermano Zeus, con larga barba y majestuosa, de cuerpo robusto y hermoso y siempre acompañado del tridente, símbolo de poder. Aparece acompañado por un delfín, o bien montado en un carro tirado por briosos seres marinos. Los romanos identificaban a Poseidón con su dios del mar, Neptuno.
Hades.
Hades, en la mitología griega, dios de los muertos. Era hijo del titán Cronos y de la titánide Rea y hermano de Zeus y Poseidón. Cuando los tres hermanos se repartieron el universo después de haber derrocado a su padre, Cronos, a Hades le fue concedido el mundo subterráneo. Allí, con su reina, Perséfone, a quien había raptado en el mundo superior, rigió el reino de los muertos. Aunque era un dios feroz y despiadado, al que no aplacaba ni plegaria ni sacrificio, no era maligno. En la mitología romana, se le conocía también como Plutón, señor de los ricos, porque se creía que tanto las cosechas como los metales preciosos provenían de su reino bajo la tierra.
El mundo subterráneo suele ser llamado Hades. Estaba dividido en dos regiones: Erebo, donde los muertos entran en cuanto mueren, y Tártaro, la región más profunda, donde se había encerrado a los titanes. Era un lugar oscuro y funesto, habitado por formas y sombras incorpóreas y custodiado por Cerbero, el perro de tres cabezas y cola de dragón. Siniestros ríos separaban el mundo subterráneo del mundo superior, y el anciano barquero Caronte conducía a las almas de los muertos a través de estas aguas. En alguna parte, en medio de la oscuridad del mundo inferior, estaba situado el palacio de Hades. Se representaba como un sitio de muchas puertas, oscuro y tenebroso, repleto de espectros, situado en medio de campos sombríos y de un paisaje aterrador. En posteriores leyendas se describe el mundo subterráneo como el lugar donde los buenos son recompensados y los malos castigados
Zeus.
Zeus es el dios del cielo, en la mitología griega, es el dios máximo del Olimpo. Gobierna estableciendo orden, la justicia y el destino del Universo.
Homero dice que fue en Ida, y era el hijo menor del titán Cronos y de la titánida Rea y hermano de las divinidades Poseidón, Hades, Hestia, Deméter y Hera.
De acuerdo con uno de los mitos antiguos sobre el nacimiento de Zeus, Cronos, temiendo ser destronado por uno de sus hijos, los devoraba cuando nacían y según la tradición, su madre Rea envolvió una piedra con pañales para engañar a Cronos y ocultó al dios niño en Creta, confiándolo a las ninfas y a los habitantes de la región, a los que pidió que bailasen ruidosas danzas guerreras con el fin de que la criatura divina no delatase con sus gritos su existencia ante su padre Cronos, que estaba deseoso de devorarlo, como había hecho con sus hermanos. Amaltea fue su nodriza que lo amamantó con su leche y también fue alimentado con con miel que destilaron las abejas del monte Ida.
Cuando Zeus se hizo adulto, Metis (Prudencia), le proporcionó una planta que hizo vomitar a Cronos todos los hijos que se había tragado, que estaban deseosos de vengarse de su padre. Durante la guerra que sobrevino, los titanes lucharon del lado de Cronos, pero Zeus y los demás dioses lograron la victoria y los titanes fueron enviados a los abismos del Tártaro. A partir de ese momento, Zeus gobernó el cielo, y sus hermanos Poseidón y Hades recibieron el poder sobre el mar y el submundo, respectivamente. Los tres gobernaron en común la tierra.
Cuando no está en el Olimpo, estableciendo orden entre los dioses o decidiendo asuntos referentes a los mortales, es posible encontrar a Zeus en algún lugar de la Tierra. También desciende del Olimpo cuando desde lo alto divisa alguna doncella que le agrada demasiado, ya que Zeus es muy propenso a tener romances, tanto con diosas o ninfas, como con mortales, pero siempre tiene especial cuidado en ocultárselo a su esposa Hera (aunque no siempre tiene éxito en esta empresa, de vez en cuando la diosa se entera de las infidelidades de su esposo).
En épocas de sequía puede provocar la lluvia retorciendo la lana de una oveja; lanza el rayo y el relámpago y sobre todo, mantiene el orden, el equilibrio y la justicia en el mundo. Es implacable cuando se encarga de velar por el mantenimiento de los juramentos y por el respeto de los deberes para con los huéspedes, quienes siempre deberán ser bien recibidos. Garantiza a los dioses que se mantenga el poder real, la realización de tributos y sacrificios por parte de los mortales y el estricto cumplimiento de la jerarquía social.
Casado con su hermana Hera, es padre de Ares, dios de la guerra; de Hebe, diosa de la juventud; de Hefesto, dios del fuego, y de Ilitía, diosa del parto. Al mismo tiempo, se describen las aventuras amorosas de Zeus, sin distinción de sexo (Ganímedes), y los recursos de que se sirve para ocultarlas a su esposa Hera.
En la mitología antigua son numerosas sus metamorfosis en diversos animales para sorprender a sus enemigos y tuvo numerosas relaciones con diosas y mujeres mortales, de quienes ha obtenido descendencia. Algunas de sus relaciones amorosas fueron con: la ninfa Calisto, la semidiosa Antíope, la sacerdotisa Io, con Semele, Dánae hija del rey de Argos, la bella , Alcamena, Leda, Elara, Carme, Día, Electra, Europa. Sus amoríos con mortales se explican a veces por el deseo de los antiguos griegos de vanagloriarse de su linaje divino.
En la escultura, se representa a Zeus como una figura barbada y de apariencia regia. La más famosa de todas fue la colosal estatua de marfil y oro, del escultor Fidias, que se encontraba en Olimpia. Sus principales templos estaban en Dódona, en el Epiro, la tierra de los robles y del templo más antiguo, famoso por su oráculo, y en Olimpia, donde se celebraban los juegos olímpicos en su honor cada cuatro años. Los juegos de Nemea, al noroeste de Argos, también estaban dedicados a Zeus. Zeus corresponde al dios romano Júpiter.
Hera.
Hera es en la mitología griega, reina de los dioses, hija de los titanes Cronos y Rea, hermana y mujer del dios Zeus. Para Zeus no fue muy fácil convencer a Hera del matrimonio, por lo que usó diversas estrategias, hasta que camuflado de pájaro desvalido pudo llegar al corazón de su amada y conquistarla. Zeus adoptó su forma natural y volvió a pedirle matrimonio a Hera. La diosa sintió entonces que se casaría para dar el ejemplo y continuar con el rol de Madre de los Cielos, tal como lo habían hecho Rea y Gea con Cronos y Urano.
Hera era la diosa del matrimonio y la protectora de las mujeres casadas, pues era la esposa legítima de Zeus, esto la convertía naturalmente en la protectora de las mujeres casadas. Se la representaba como celosa, violenta y vengativa Era muy común que frecuentemente se enfrentara a Zeus, porque las infidelidades de su esposo significaban para ella verdaderos insultos. Por eso persiguió con ira tanto a las amantes de Zeus, como a la descendencia extramatrimonial del dios. Hera mantuvo siempre ulla de su marido y nunca se sintió en inferioridad de condiciones ya que siempre tuvo presente que ella pertenecía a la misma generación divina que Zeus, por lo tanto tenía el mismo rango jerárquico.
Era madre de Ares, dios de la guerra, de Hefesto, dios del fuego, de Hebe, diosa de la juventud, y de Ilitía, diosa del alumbramiento. Mujer celosa, Hera perseguía a menudo a las amantes y a los hijos de Zeus. Nunca olvidó una injuria y se la conocía por su naturaleza vengativa. Cierta vez armó un complot para castigar una infidelidad de su marido, pero la nereida Tetis, que estaba muy agradecida por haber concertado su matrimonio con Peleo y además era muy prudente y sospechaba que este acto desencadenaria una guerra civil, recurrió al gigante de cien manos llamado Egeón, que libró a Zeus de las cadenas.
Entonces Zeus furioso desató su ira contra Hera y la suspendió entre el cielo y la tierra, amarrando cada una de sus manos a una anilla de oro y atándole un yunque en cada pie. Luego hizo jurar a cada uno de los Olímpicos que nunca más osarían levantarse en su contra.
El único que protestó fue Hefesto, que al ver a su madre castigada de ese modo se quejó, pero Zeus no tenía paciencia para soportar recriminaciones de ningún tipo y menos cuando se trataba de un complot en su contra, entonces le profirió un puntapié tan fuerte que lo arrojó hasta la tierra desde el Olimpo y tras el golpes Hefesto quedó rengo para toda la eternidad. Hera finalmente fue perdonada y regresó al Olimpo, a cumplir su rol de protectora de la familia.
Irritada con el príncipe troyano Paris por haber preferido a Afrodita, diosa del amor, antes que a ella, Hera ayudó a los griegos en la guerra de Troya y no se apaciguó hasta que Troya quedó destruida. Se suele identificar a Hera con la diosa romana Juno
Hefesto.
Hefesto, en la mitología griega, dios del fuego y de la metalurgia, hijo del dios Zeus y de la diosa Hera o, en algunos relatos, sólo hijo de Hera. A diferencia de los demás dioses, Hefesto era cojo y desgarbado. Poco después de nacer lo echaron del Olimpo: según algunas leyendas, lo echó la misma Hera, quien lo rechazaba por su deformidad; según otras, fue Zeus, porque Hefesto se había aliado con Hera contra él. En la mayoría de las leyendas, sin embargo, volvió a ser honrado en el Olimpo y se casó con Afrodita, diosa del amor, o con Áglae, una de las tres gracias. Era el artesano de los dioses y les fabricaba armaduras, armas y joyas. Se creía que su taller estaba bajo el monte Etna, volcán siciliano. A menudo se identifica a Hefesto con el dios romano del fuego, Vulcano. La Fragua de Vulcano es el cuadro en el que Velázquez da su visión sobre los dioses transformándolos en campesinos o artesanos humanos
Ártemis o Artemisa
(mitología), en la mitología griega, una de las principales diosas, equivalente de la diosa romana Diana. Era hija del dios Zeus y de Leto y hermana gemela del dios Apolo. Era la rectora de los dioses y diosas de la caza y de los animales salvajes, especialmente los osos, Ártemis era también la diosa del parto, de la naturaleza y de las cosechas. Como diosa de la luna, se la identificaba a veces con la diosa Selene y con Hécate.
Aunque tradicionalmente amiga y protectora de la juventud, especialmente de las muchachas, Ártemis impidió que los griegos zarparan de Troya durante la guerra de Troya mientras no le ofrecieran el sacrificio de una doncella. Según algunos relatos, justo antes del sacrificio ella rescató a la víctima, Ifigenia. Como Apolo, Ártemis iba armada con arco y flechas, armas con que a menudo castigaba a los mortales que la ofendían. En otras leyendas, es alabada por proporcionar una muerte dulce y plácida a las muchachas jóvenes que mueren durante el parto. — con Ana Venegas.
Apolo.
Apolo (mitología), en la mitología griega, hijo del dios Zeus y de Leto, hija de un titán. Era también llamado Délico, de Delos, la isla de su nacimiento, y Pitio, por haber matado a Pitón, la legendaria serpiente que guardaba un santuario en las montañas del Parnaso. En la leyenda homérica, Apolo era sobre todo el dios de la profecía. Su oráculo más importante estaba en Delfos, el sitio de su victoria sobre Pitón. Solía otorgar el don de la profecía a aquellos mortales a los que amaba, como a la princesa troyana Casandra.
Apolo era un músico dotado, que deleitaba a los dioses tocando la lira. Era también un arquero diestro y un atleta veloz, acreditado por haber sido el primer vencedor en los juegos olímpicos. Su hermana gemela, Ártemis, era la guardiana de las muchachas, mientras que Apolo protegía de modo especial a los muchachos. También era el dios de la agricultura y de la ganadería, de la luz y de la verdad, y enseñó a los humanos el arte de la medicina.
Algunos relatos pintan a Apolo como despiadado y cruel. Según la Iliada de Homero, Apolo respondió a las oraciones del sacerdote Crises para obtener la liberación de su hija del general griego Agamenón arrojando flechas ardientes y cargadas de pestilencia en el ejército griego. También raptó y violó a la joven princesa ateniense Creusa, a quien abandonó junto con el hijo nacido de su unión. Tal vez a causa de su belleza física, Apolo era representado en la iconografía artística antigua con mayor frecuencia que cualquier otra deidad.
Atenea.
Atenea, una de las diosas más importantes en la mitología griega. Diosa de la Sabiduría, Atenea es la inventora de la flauta, la trompeta, el arado, el yugo para los bueyes, el carro, el barco y la olla de barro para cocinar. Además fue la que enseñó a los mortales los números y a las mujeres las instruyó en la cocina el tejido y el hilado.
Atenea es la diosa que nació ya adulta, fruto de la unión de Zeus con Métis, la diosa de la Prudencia. Durante el embarazo de Metis, Urano y Gea advirtieron a Zeus que si Metis daba a luz a un varón, éste destronaría a su padre del reino que tanto trabajo le había costado conseguir. Sin deseos de correr riesgos, Zeus se tragó a Metis. Pero cuando llegó el día del parto, un tremendo dolor de cabeza hizo llegar a Zeus hasta los limites de tolerancia, entonces llamó a Hefesto Y a los gritos le pidió que le abriera la cabeza de un hachazo. Así surgió Atenea, lista para salir a la batalla.
Fue la hija favorita de Zeus. Él le confió su escudo, adornado con la horrorosa cabeza de la gorgona Medusa, su 'égida' y el rayo, su arma principal. Diosa virgen, recibía el nombre de Parthenos ('la virgen'). En agradecimiento a que Atenea les había regalado el olivo, el pueblo ateniense levantó templos a la diosa, el más importante era el Partenón, situado en la Acrópolis de Atenas.
A Atenea se la conoce como la diosa guerreras armada con una lanza y la égida —coraza de piel de cabra—, sin embargo no le agradan las batallas como a su hermano Ares, porque siempre valoró muchísimo más la inteligencia y la prudencia que la violencia. Por lo tanto es promotora de la conciliación de los pleitos a través de medios pacíficos.
Hermes.
Hermes, en la mitología griega, mensajero de los dioses, hijo del dios Zeus y de Maya, la hija del titán Atlas. Como especial servidor y correo de Zeus, Hermes tenía un sombrero y sandalias aladas y llevaba un caduceo de oro, o varita mágica, con serpientes enrolladas y alas en la parte superior. Guiaba a las almas de los muertos hacia el submundo y se creía que poseía poderes mágicos sobre el sueño. Hermes era también el dios del comercio, protector de comerciantes y pastores. Como divinidad de los atletas, protegía los gimnasios y los estadios, y se lo consideraba responsable tanto de la buena suerte como de la abundancia. A pesar de sus virtuosas características, también era un peligroso enemigo, embaucador y ladrón.
El día de su nacimiento robó el rebaño de su hermano, el dios del sol Apolo, oscureciendo su camino al hacer que la manada anduviera hacia atrás. Al enfrentarse con Apolo, Hermes negó haber robado. Los hermanos acabaron reconciliándose cuando Hermes le dio a Apolo su lira, recién inventada. En el primitivo arte griego, se representaba a Hermes como un hombre maduro y barbado; en el arte clásico, como un joven atlético, desnudo e imberbe co
Ares.
Ares, en la mitología griega, dios de la guerra e hijo de Zeus, rey de los dioses, y de su esposa Hera. Ares es representado con coraza, casco, escudo y tina espada manchada de sangre. Tiene un cuerpo enorme y suele ir acompañado de sus hijos Deimos (Temor) y Fobo (Terror). Agresivo y sanguinario, Ares personificaba la brutal naturaleza de la guerra, y era impopular tanto para los dioses como para los seres humanos.
A pesar de su pasión por la guerra, es derrotado en numerosas oportunidades. Seguramente la tradición se esfuerza en demostrar que la fuerza bruta, sin ningún ideal de por medio, es fácilmente susceptible de ser vencida. Ares no era invencible, ni siquiera frente a los mortales. Es así como se lo ve derrotado en la Titanomaquia (Guerra de Titanes) ; burlado por Heracles, humillado por Atenea y herido, por un mortal (Diomedes), durante la guerra de Troya.
La colina de Atenas que lleva el nombre de Areópago, en donde se reunía el tribunal que juzgaba los crímenes de origen religioso. Va unido a Ares por el siguiente mito; los dioses habían culpado a Ares por la muerte del hijo de Poseidón, llamado Halirrotio. Pero Ares se liberó de esta acusación alegando que lo había matado porque intentó violar a su hija, Acipea. Era la palabra del dios Ares contra el dios Poseidón, ya que Halirrotio estaba muerto. Nadie confiaba en el testimonio de Ares, pero finalmente los dioses, tuvieron que absolver al dios de la guerra, porque Acipea testificó a favor de su padre.
El culto de Ares, que se creía originario de Tracia, no estaba muy difundido en la antigua Grecia y, donde existía, carecía de significación social o moral. Los romanos lo identificaban con Marte, también un dios de la guerra.
Bazz:
Unknown
El creador sin oficio del blog
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